Suele decirse que cuando una puerta se cierra, se abre otra ventana, y ¿ sabes qué ha pasado? Que esa ventana tiene un candado y tú eres el único que tiene la llave y podría sacarme de estas cuatro paredes tristes y sin color. No sé porque lo hiciste, nunca me diste explicaciones y aún sigo creyendo que las merezco aunque tu no me las vallas a dar en tu vida. Demasiados buenos momentos en un corto período de tiempo me hicieron creer que aquello duraría mucho, muchísimo. Dudo que algún día pueda perdonarte el dolor que has causado, todo el sufrimiento que ha podido pasar por mi cabeza. ¿Lo peor? Aún dices la típica frase de LO SIENTO. Por favor, no lo vuelvas a decir, no quiero mentiras, es más no quiero saber nada de ti. Todo aquello de juntos para siempre se terminó. Sácame de tu vida, a partir de hoy de la mía ya estás fuera.